Las imprentas y lo relacionado a la industria gráfica está siempre en constante evolución. En los últimos años hemos visto cómo las nuevas tendencias llegan a la industria sobre todo en la impresión 3D y en cómo han cambiado los flujos de trabajo
Este último, solía ser pensado como una forma de realizar la impresión y el acabado de manera eficiente. Ahora las cosas han cambiado y el énfasis se ha movido hacia la integración de las comunicaciones con el cliente y la preproducción en un flujo de trabajo automatizado. El objetivo es rentabilizar la producción de trabajos de impresión pequeños de bajo coste.
La programación inteligente permite la personalización y un trabajo más efectivo. Afecta tanto al flujo de trabajo como a la relación con los clientes. El primero se realiza de forma más inteligente, se trabaja más eficiente en la producción, obteniendo mejores resultados en la entrega de los trabajos, uso eficiente de los equipos con intervenciones manuales mínimas.
Pero como bien hemos experimentado todos en esta industria, los clientes tienen el hábito de romper horarios, y es ahí donde vemos el siguiente desarrollo en el flujo de trabajo que comenzará a comunicarse con los clientes directamente y a reprogramar en vivo a medida que reciban información más actualizada. Naturalmente, un equipo de producción también podrá actualizar los trabajos. Sin embargo, es muy probable que la tarea de programar manualmente desaparezca rápidamente.
Si bien ya estamos viendo muchos casos de la programación inteligente en la industria, no sabemos qué pueda ocurrir en los próximos años. Los flujos de trabajo pueden perfeccionarse gracias a la programación inteligente o pueden ser superados por nuevos desarrollos y tecnologías. Cualquiera sea el caso, estamos emocionados de ver cómo la digitalización empieza a ser parte del día a día en una industria tan tradicional como lo es la industria gráfica.